Existen varias técnicas de cepillado, pero la más recomendada es la técnica de Bass Modificada la cual consiste en colocar el cepillo en un ángulo de 45° en el surco gingival que es la unión entre el diente y la encía. El objetivo es buscar que el cepillo pueda entrar con sus cerdas en el surco gingival para remover la placa bacteriana allí alojada. Para lograr esto se debe realizar la limpieza por sectores empezando siempre por la cara vestibular que es la cara externa de los dientes, una vez terminada procedemos a la cara lingual o palatina (pate interna) y por último se limpian las zonas masticatorias haciendo una movimiento antero posterior del cepillo contra las mismas; el procedimiento indicado para las cara externa e internas consiste en realizar un movimiento de vibración antero posterior teniendo en cuenta no cambiar la posición del cepillo y para finalizar hacer un movimiento de barrido desde la encía hacia el diente. Con esto logramos abarcar todas las supeficies del diente pero hay que tener en cuenta de no aplicar mucha fuerza ya que se puede lastimar la encía y esto puede generar retracciones gingivales (cuellos destapados).

En los niños la técnica de Bass modificada es muy compleja entonces se aconseja realizar la técnica circular que es mucho más sencilla pero cumple con los requisitos para ellos. Es muy importante explicarle a nuestros hijos y verificar que así lo hagan que sigan este orden: empezar por un lado y acabar por el otro moviendo el cepillo de forma circular y contar diez círculos antes de mover el cepillo de zona; tener en cuenta cepillar primero las caras externas luego las internas y finalmente la zona masticatoria. Este proceso debe tardarse mínimo dos minutos y medio.

Es importante dejar que los niños se cepillen solos pero bajo nuestra supervisión, de esta manera gana habilidad para hacerlo y si de pronto no lo están haciendo bien los podamos corregir, si vemos que el chiquito tiene dificultades para lograrlo pues le damos una manito.